El rock a veces solo necesita ser rock; explosivo, audaz, frenético y libre. Valley Giant es eso y más, es una impresionante producción en el que cada instrumento brilla en todo momento y la cátedra de riffs es alucinante.
El intro es una declaración de brutalidad y una “cremosidad” sonora que abre el mundo de distorsión para Outlanders, con una intensidad desmedida que continúa con Morning Grace y su exquisito bajo, una genialidad. Void destaca por su breve pero insólito sólo de batería.
A decir verdad, todas las canciones brillan en su propia grandeza y dos ellas son mis favoritas, iniciando con At Last Everthing, ya que se construe sobre una base acústica y poco a poco evoluciona para incorporar un solo de guitarra eléctrica, haciendo un dúo con la acústica. Después sería A Thousand Miles High, tiene de todo, solos de guitarra, batería y bajo, por momentos parece una pieza de improvisación y fluye la energía creando una atmósfera muy al estilo del free jazz pero de stoner psicodélico.
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Escrito por Fercho Valdivia.
Soy coleccionista de vinilos y lector apasionado de temas relacionados a la música.
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