Entre piedras y diamantes, la pasión sigue rodando. Hackeny Diamonds por The Rolling Stones.

¿Es necesario un disco nuevo?, ¿por qué no se retiran?, ¿para qué hacer más música?, ya están viejos…

Estas son algunas de las frases que escucho últimamente cada vez que algunas de las restantes leyendas del rock lanzan un nuevo álbum; Metallica, Judas Priest, Ozzy Osbourne y por supuesto los Rolling Stones.

La respuesta es sí, son necesarios. Quizá para muchos el hecho de lograr cambiar el mundo de la música en su era, es la sentencia de muerte para dejar de crear y componer en tiempos modernos conquistados por otras tendencias.

Ahora bien, Hackeny Diamonds es un viaje melancólico, en el que sin duda las notas y ritmos del pasado continúan conquistando nuestros oídos. La química y magia de los integrantes restantes continúa generando ese rock blues que empezó hace casi 60 años.

Es inevitable no escuchar la tristeza disfraza de alegría, que celebran las vidas de los que ya no están aquí y de los que aun siguiendo llevando el mensaje que elevó al rock a su gloria.

Mientras seguimos explorando este lanzamiento, encontramos colaboraciones de otras leyendas, que de igual forma revolucionaron la música. Paul McCartney, Elton John, Lady Gaga y Stevie Wonder se hacen presentes para demostrar que la música no se trata de épocas o tiempos. La pasión, energía y las ganas de continuar produciendo prevalecen.

Hackney Diamonds es una declaración que la música es atemporal. Disfruté cada canción, dejándome seducir por los riffs bluseros, las percusiones y los vocales. Especialmente repetí una y otra vez “Angry”, “Bite My Head” y “Sweets Sounds of Heaven”. Canciones que me llenan de energía, pero que al mismo tiempo me abrazan con un pizca de nostalgia.

El viaje termina con la canción que inició todo. ¿Es acaso el final del camino?, o es simplemente un guiño a la chispa que se hizo fuego y que aún continúa ardiendo lista para más.

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