Por qué el rock no está muerto.
La música como todo en la vida sufre cambios al paso de los años, toma formas que no comprendemos y otras que no toleramos, pero la música debe mantenerse en cambios antes que se marchite.
La música debería evolucionar, pero su proceso es lento e imperceptible donde el tiempo pasa y sigue estando guardada en una caja en el sótano de alguien en formato de vinilo, mixtape o esos CD donde “quemaron” esas canciones durante la secundaria para la chica que les gustaba o quizá en tu primer y ahora viejo reproductor MP3 que llevabas a todos lados, atesorando su contenido como si fuera oro.
Me refiero al ROCK, el amado, odiado y censurado género que cambio el mundo desde una trinchera, donde los rebeles se hicieron estrellas y las estrellas se hicieron mitos y los mitos se hicieron leyendas. El Rock, que desafío al mundo entero, que mostro el lado crudo de la sociedad y abrió el camino a la libertad. El que apodo a las grandes canciones como “clásicos” y tiempo después se forjaron como “himnos”.
Por qué el rock no está muerto. Es sencillo; aún espera en el cajón, en la colección de vinilos de tu tío o tu amigo el raro que le gustan los guitarrazos, ahí está en un estado vegetativo esperando que alguien desempolvé, al ponerse los audífonos a través de las primeras notas inyecté el viejo y adictivo veneno de la rebeldía, develando el próximo Hendrix, Joplin, Plant o Young…
El ROCK peleó en épocas callejeras, de lodo, de movimientos, en revistas de tirajes limitados. Pero hoy día el campo es distinto la comunicación no tiene límites, solo el mismo mensaje puede tener sus limitaciones, los canales están ahí, esperando ansiosos por una dosis de decibles para eliminar el estado vegetal.
Aún esta época existe un par de rebeldes que día a día, buscan sus propias glorias, crear su propia voz, edificar sus himnos y crear a las próximas leyendas que quizá ya no sean de nosotros, pero sí de nuestros hijos y nietos, ¡la música nueva es para el futuro para las generaciones que poco a poco buscan su camino, su identidad, su bandera y por supuesto su propio ¡ROCK!

Escrito por Fercho Valdivia.
Coleccionista de vinilos y lector apasionado, principalmente de temas relacionados a la música.
Insta: ferchovaldivia



