Las adapataciones de H.P. Lovecraft y en general de cualquier libro a la pantalla grande siempre son complicadas, interesantes y distorsiondas.
En estas lÃneas no hablaremos de la fidelidad de la adaptación, nos enfocaremos en el sonido y la interpretación visual.
Este score nos lleva por viaje multidimensional que nos llena de misterio, duda y belleza. Nos acentúa de manera perfecta las emociones y los sentimientos que vemos en pantalla. Nos hace entender que estamos presenciando algo extrañamente bello pero al mismo tiempo bizarro. La música hace su magia llevándose toda nuestra imaginación a cada nota musical.
La calidad del vinilo es excepcional, el color blanco y rosa mezclados es impresionante, su presentación en single jacket en un acabo brilloso y el inner sleeve decorado con extremo detalle.
Su sonido es de alta calidad y mi recomendación es ponerse sus audÃfonos, mientras deleitan su vista con el arte del vinilo.
The Batman musicalmente nos lleva por un camino muy humano, donde el miedo, la incertidumbre y la duda nos abraza lentamente mientras los minutos se suman al reloj. Además de esto cada personaje se encuentra en una encrucijada por entender su lugar en esta cadena de hechos catastróficos. Es la suma de estos dos elementos que hacen que el score haga su presentación.
La música se vuelve un acompañante más, es un personaje no visible que poco a poco nos susurrara lo que los protagonistas están sintiendo y pensando. En este largo camino nos van dando pinceladas de lo que Gotham City se ha convertido, sus calles y sus habitantes sin palabras, nos hacen ver un mundo descuidado y en decadencia. Pero una vez más la música se convierte en la voz de estos elementos inaudibles que nos hace entender el cúmulo de sentimientos que guardan entre sus grietas.
Michael Giacchino con maestrÃa y elegancia nos entrega un monumento musical sin precedentes, un score lleno de inquietantes sonidos, explosivos momentos y ligeros pero desesperantes momentos de calma.
Esta reseña habÃa llegado hasta al punto anterior. Asà que la compartà con amigo el cual me dijo el siguiente comentario y cito; «una cosa es hacer un score… pero otra muy distinta es que te den el score de Batman, Superman o Star Wars». En ese momento me di cuenta de que habÃa quedado muy corto y que el legado de los scores de Batman es tan importante como el mismo Batman.
Ambas tienen en común una particularidad, al momento de escucharlos nuestra mente nos lleva inmediatamente a la personalidad de cada uno de ellos y el ambiente donde se desarrollan sus historias, por una parte, Batman de Adam West, trae a mi mente la chispa de sus diálogos, las onomatopeyas que brincaban en cada golpe y el icónico spray anti-tiburones. Por su parte Danny Elfman creo un estilo más dramático, oscuro y un toque de heroÃsmo que empata perfectamente con la animación, su narrativa y ambiente un tanto noir.
Estos dos ejemplos es una mÃnima parte de lo que podemos encontrar en el mundo cinematográfico de Batman y que han marcado generaciones y donde siempre saltan las palabras «Yo crecà con este Batman» y se crea una serie de datos y curiosidades que nos hacen sentir que nuestro Batman, es único y no existe comparación alguna.
Regresando a The Batman y Michael Giacchino además de lo mencionando su composición incorpora dramatismo, por momentos podemos escuchar bajos pero constantes sonidos de reloj; tic tac, tic tic provocando que el corazón se acelere, algunas secciones de los violines que sostienen este terror para desembocar en unas percusiones gigantescas, que acompañan unas de las persecuciones más memorables del cine. Los vocales que añaden el toque siniestro y de incertidumbre que nos develan poco a poco al villano, que a su vez entrega una serie de pistas que llevarán a la verdad.
Por esta razón el score creado por Michael Giacchino pasará la historia como una de las composiciones mejor escritas y sobre todo por que con elegancia y originalidad nos ha regalado unos de los mejores recuerdos para los fanáticos de Batman.