Ashen es un álbum que no pierde el tiempo y desde las primeras notas es atasque de brutalidad pura. Su producción se escucha comprimida pero por momentos libera y permite escuchar un par de riffs de guitarra o los desgarradores vocales. A pesar de esto, es perfectamente disfrutable y es un gozo a lo extremo.
En algunos momentos crean un poco de suspenso, como escucharán en Lifeless, Deathless pero solo para dar entrada al caos sonoro que se distorsiona y genera una sensación inquietante. Withering tiene una línea de bajo de miedo, es impresionante, los vocales crecen exponencialmente y se mezclan en la blasfemia. Instill y su inicio, son de otro planeta. Los coros parecen desaparecer y fundirse con los riffs de guitarra. Catastrophize es otro madrazo a la brutalidad, los blast beats de la batería hacen vibrar el corazón. Cada canción es impactante, las mencionadas solo son algunas de las favoritas.
Este lanzamiento es para los que gustan del metal atascado, caótico y frenético. No existe una línea, todo crece y poco a poco se altera hasta llegar a un punto de éxtasis.
No cabe duda que Ashen, podría ser un candidato a un próximo juego de Doom. Por cierto, lo recomiendo a todo volumen.

Escrito por Fercho Valdivia.
Soy coleccionista de vinilos y lector apasionado de temas relacionados a la música.
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